Las antiguas construcciones no fueron elaboradas con grúas sino con rampas de tierra y palancas. Las primeras grúas se usaron cien años antes de Cristo, y los primeros datos nos dicen que era un poste clavado al suelo con un brazo de madera y una polea en la parte superior lo que le permitía a los arquitectos elevar material y colocarlo en las construcciones elevadas.
Posteriormente, se construyeron grúas complicadas que fueron usadas no sólo en la arquitectura sino también en la guerra.
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